En mi opinión, para ganar un pleito lo más importante es tener razón. Esto, aunque parezca evidente, en el sentir popular no parece serlo tanto y se habla de buen o mal abogado conforme su capacidad para convencer al juez independientemente de si lleva, o no razón.
Dicho esto, y suponiendo que nuestra petición ante los tribunales sea conforme a derecho (y aunque no lo sea, también) no podemos olvidar que, además (como la mujer del Cesar), tendrá que parecerlo y para ello es fundamental que las testificales de nuestros clientes y demás sean convincentes.
¿Que espera el juez de una declaración?. Yo diría que dos cosas principalmente: que sea coherente y veraz. Por coherente no me refiero a que sea extremadamente concordante con nuestra petición, al contrario, pequeñas incongruencias (que no contradigan lo que pretendemos probar), nerviosismos, etc, serán un signo de que el testimonio es veraz y, por ende, que formará parte (muy trascendentalmente de cara al resultado del pleito) del cuerpo probatorio que le llevará a tomar una decisión a nuestro favor. Un testimonio demasiado mecánico, excesivamente preparado en detalles minuciosos, parecerá falso.
Un inciso muy importante: nuestro testimonio debe tener muy presente que el Juez (si hubiera jurado se abrirían dos frentes) es el principal objeto del testimonio y, aún más importante, es la persona que está por encima de todos los demás (incluido él mismo), a la que se le debe de tener un respeto extremo, evitando arrogancias (muy importante) y dando valor a su tiempo. Todos hemos tenido que lidiar con clientes que sabían más que nadie ( y también más que el juez) y que daban lecciones de sabiduría que no hacían sino poner en contra a su señoría (me viene a la imagen declaraciones que he llevado de grandes empresarios frente a un juez joven al que no valoraban pero que, finalmente, era quien decidía). En resumen, el cliente o testimonio, debe ser consciente que, aunque le cueste, tiene que enfrentarse con humildad ante la sala ya que lo contrario es muy perjudicial para sus intereses en la mayoría de los supuestos.